
Corre el 2002, ya había estado viviendo en algunas ciudades de Europa y trabajado por más de cinco años en una serie de video-performances, tanto en mi estudio de la calle el Camí de Alcoy, como durante mi estancia en Paris.
Imma Lucas
Lizfera
los orígenes
Acción reacción: Ars Nova

Para mí, el público era un impedimento para poderme encontrar libre de pensar, de sentir, de interpretar diferentes figuras y acciones, que iban brotando de mi inconsciente. Eso no quiere decir que no hubiera salido de mi ensimismamiento para explorar realidades ajenas, como la de una de mis amigas en Paris, a la que le propuse llevar un traje de alta costura fabricado con bolsas de basura.
También invitaba a músicos a mis inauguraciones y les animaba a componer alguna pieza para la ocasión.

Bauticé como “ceremonias íntimas”, aquel primer ciclo de performances, pues no era otra cosa que un encuentro ante el espejo o mejor dicho: la cámara
Bauticé como “ceremonias íntimas”, aquel primer ciclo de performances, pues no era otra cosa que un encuentro ante el espejo o mejor dicho: la cámara. Se plasmaban escenas, que poco tenían que ver con las tendencias, así que se nutrían de imaginarios personales.
Utilizaba cámaras, cosa no tan difundida antes del auge del smartphone. Dichas cámaras me devolvían mi imagen, pero era mucho más que eso, me devolvían una instantánea de mi alma.
Con todo aquel material, monte algunas exposiciones a nivell local que estuvieron moviéndose más bien por la zona de Alicante o Valencia.
Un buen día, me contactó el crítico de Arte Ramón Tío Bellido, para que le enviara material de mi trabajo, porque estaba haciendo de curador para un anuario de artistas de la Comunidad Valenciana. Se trataba de Ars Nova.
Los años posteriores al 2002, seguí trabajando en este tipo de acciones, siempre muy ligada también al tema de la piel y las capas de pintura.
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